La CD quiere renovar cuanto antes el contrato con Román, la figura
en torno a la cual gira Boca. La discusión será la duración: ¿dos años?
Si en Boca hay un tema importante, que es la elección del técnico,
hay otro que pasó a ser urgente: la renovación del contrato de Juan
Román Riquelme. Podría decirse que en ambos casos se está hablando de
lo mismo: la conducción. En un caso, fuera de la cancha. En el otro,
adentro. Y ahora que la lista de técnicos está cada vez más cerrada, ya
dentro de un marco lógico (Russo sigue asomando como el principal
candidato), la continuidad del 10 ha pasado a ser el tema prioritario,
sobre todo después de sus declaraciones de principio de semana, cuando
recordó públicamente y sin una pizca de inocencia que el del domingo
"puede ser el último partido en la Bombonera".
La declaración
tomó algo fríos a los dirigentes y de hecho no todos digirieron bien
las palabras de Román, quien hasta hace poco venía pateando para
adelante el tema del nuevo contrato ("vamos a hablar cuando termine el
torneo", había pedido), pero visto el nuevo mapa de tiempos, en la CD
quieren sentarse a negociar cuanto antes. A ver: la decisión de
ofrecerle la renovación está tomada vista la importancia futbolística
del 10 y el pedido permanente de los hinchas. "No se puede gobernar de
espaldas a la gente", confesó hace poco Ameal, cuando muchos --sobre
todo desde el ala macrista-- proponían ponerle fin al vínculo del club
con el enganche. Y algunos le sugirieron al presidente que no espere a
después del partido con Banfield para sentarse a negociar con los
representantes de Riquelme: es que Boca tiene pendientes los partidos
en Estados Unidos y Román es la imagen del club (junto a Palermo, quien
no viajará si es confirmado por Maradona para el Mundial).
La
realidad es que el 10 tiene contrato hasta el 30 de junio, pero ya
anticipó que prefiere no viajar si no está arreglada su situación. Y si
bien la dirigencia podría obligarlo a ir, la idea es no alimentar un
problema sino aportar una rápida solución. "Román no va a pedirle a
Boca un contrato europeo. El quiere quedarse a jugar en Boca y
retirarse en el club. Por eso le gustaría un vínculo largo", dicen en
el entorno del jugador. Traducido: tres años de contrato en una
cantidad que sea posible. Boca tenía en mente ofrecerles a los tres
referentes (los otros son Palermo y Battaglia) una cantidad cercana a
los 600.000 dólares y sólo una temporada para no exceder el mandato de
Ameal. Pero, claro, ésos son los números de inicio. Y no extrañaría que
en el tire y afloje, con Román se llegue a un acuerdo por dos años y
por una cantidad superior.
Si Ameal escucha a Bianchi, y de
hecho lo hace, no dudará en cerrar rápido el tema. El Virrey había
dicho, cuando era manager, que a Riquelme había que ofrecerle un
vínculo casi vitalicio. Y en Boca se convencieron de que el contrato
del 10 se paga en parte con lo que cotiza a los que lo rodean (recordar
Ledesma, Dátolo, ahora Gaitán...) más la atracción de su figura: en la
última gira por Europa, era el único futbolista reconocido por los
rivales. ¿Y qué club no querría honrar a su bandera?